Baladas por

1

Tomo nota del último atardecer del verano
Cielo lila triste infelizmente trágico
Y pregunto por la soledad de las estrellas, allá
arriba, ¿alguna vigila por mí? Todo
esto me permite escapar de la realidad
e insertar mi corazón lejos de la bandeja diaria:
Mediocridad, virtualidad, violencia, éxtasis.
¿Por qué seguimos vivos en el aire intoxicado?
¿Por qué nadie detiene el Calentamiento Global?
Por eso, tomo nota del último atardecer del verano:
Una hilera de rosado en el triste azul celeste gris
Desbordando mi Ciudad. Yo mirando esto en el
poema que no escribo.
Pienso en ti.

2

Habitamos la belleza
y no podemos explicarla jamás.
Locura, ímpetu, deudas por pagar.
Un montículo de lenguas vacías
En lo Real
Como el cielo donde las cometas
de agosto refulgen su
tristeza.
Todo el cielo hemos buscado para
comprender nuestro verso.
Vivimos en ella. Lo repito.
Nuestras biografías son enormes
vacíos para la Historia
Pero hemos escrito un poema
y otro mientras los versos
se desparramaban por el Orbe
yo seguí buscando mi canción
y el rosado del atardecer
nos habitaba.
No hay raza bruñida en tu cuerpo
y el mío arrastrándose
entre suaves compartimientos.
Muchacha del país
del ceviche y Vallejo
dame la claridad para
incendiar mi verso.
Nadie puede escapar,
no.
La belleza te carcome
el cerebro.
La belleza te
conduce a la violencia.
La belleza acabará
contigo,
pero te detienes
a contemplar
el cielo.
Todo el orbe es un niño
Pequeño.
habitamos su sueño
como atados a la naturaleza
de un juego.
Cuando beso tus hombros desnudos
y veo tus cabellos
tamborileando en tu hombro
sé que la felicidad
es morder tu oreja.
Y yacer solitarios, ocultos
de las Anomalías de Dios.
Y no he podido calmarme cuando
tu cuerpo
como flor se abre a mi tacto
Para –sin resentimiento alguno–
dejar que nos encontramos bajo
los vidrios donde se refracta la luna
O tu corazón
salpicando
en el sudor cuando soy tacto buscando
tu cuerpo como mi poética:
poética como tus labios deslizándose contra mí.

3

Cuand0 la música de la ciudad
es tus labios contra los míos: dos flores ardiendo
Y se vende pescado en los jardines, en las estaciones
Las mariposas blancas preguntan el viento
las dirección el lenguaje verdadero.
(Se debió evitar la comida pesada en la noche,
ni los grillos cantan ni silba el viento)
Y la soledad es el poema que no podemos escribir,
ni su sombra nuestra enfermiza manera de ocultarnos.
Ni el ritmo interno la urgencia de plasmar
Un epitafio de rosas húmedas, ni el poema el imperativo
categórico que nos devuelve la adolescencia.
Cuando toda la ciudad ahorca nuestras migajas de esperanza
sé que aún pretendo tu piel, sé
que tus hombros me esperan y tu intensidad, con
inquietas formas de rayo, con ese dulzor
de tu piel sudada contra mis labios que muerden tu vientre
tu intensidad, en resumen, me persigue, busca
mis manos grandes y mi espalda enorme como boca y ola
ala que cae sobre sus pupilas
Sé que la pretensión del universo se oculta
Tras el fajo de unos billetes pero yo busco tu alquimia
Besarnos, vinos, calles, alabastro y papel mojado:
tu boca que persigo es el paradero que invento
La lluvia oscila en mis omóplatos Borges o Lovecraft
serían buenas lecturas antes de caer sin sentido en la cama.
La metodología de la construcción de un verso
No es flor que cortas en medio de la inocencia.
En el fondo, cuando la música de la ciudad
se inserta en mi lenguaje busco los ríos. Los
caminos que se persiguen en las bocas. El dulce
sortilegio de la soledad,
La naturaleza que vive en lo que no suena.

4

Bebo mi última cerveza y pienso en ti.
Oh amor, claridad, cuerpo, incendio
¿Me permites darte un diente de león?
Yo soplaré mi luz ante tus ojos.
Soplaré estas pelusas para ver si extiendo
Este lenguaje tembloroso.
Hemos dejado atrás las calles del Centro
Para encontrar refugio en nuestros cuerpos.
Porque buscamos un cuerpo para amar
dejamos atrás parques y escarcha
y el viento atizando las hojas del parque.
Sé que late tu corazón en tu pecho.
Te miro. Pero el frío permanece en nuestra piel
Indoblegable como un acero.
Y todo es deseo de cama, de colcha
de dos cuerpos tibios y dulces.
En los parques duermen los vagos
Duermen acaso en las esquinas
Y la ebriedad es parte del signo geográfico.
Ininterrumpido anhelo: tu cuerpo y el mío
dos tristezas apretujadas como río que cae.
Todo es imagen que cae sobre nuestra plenitud.
Otoño, verano, invierno: perderé tus pupilas
Y las encontraré en otro rostro
Donde volveré a soplar este diente de león
Pero hoy bebo una cerveza y pienso en ti.
Cimbreándose frente al Mar
Estamos hechos de agua y eucalipto.
Sé que tu cuerpo que amo será otro cuerpo
que amo. Sé que tus labios que deseo
serán otros labios que deseo.
¿Todo nos conduce a la soledad?
Y me pregunto: ¿qué es el amor?
Esta noche, sin embargo, siento frío
Y sé que los gatos se pelean en las calles
Y bebo mi última cerveza pensando en ti.
Sé que esto no hace más que incendiar
mi mediocre tristeza
Pero me mantengo ansiosamente libre
para pronunciar tu nombre
para decirlo antes del alba
donde fuegos y vientos se mezclan
en hornacinas ilustradas.
Oh Mar, cuerpo extrañísimo, anhelo
tus labios, tu dulzura entre mis manos.
Dame tu corazón, pequeño y luminoso
Dame las hojas de tus ojos y tu cabello extendido
Yo haré los poemas del verano
Solo mírame
Que te busco en medio del incendio.
Yo soy Eolo: Dios del viento y la luz.
Y tú, las notas de mi canto,
Oh paisaje trémulo.
Dame tus labios y que crujan las hojas en el crepúsculo.
Antes de estar triste
Quiero soplar este diente de león en tus ojos
Y darte un beso en la mejilla
Y que eso sea un acto poético
Y que mi acto poético sea tu boca y mi boca.
Antes de estar triste
vuelvo a preguntar: ¿Qué es el amor? Y sé
que nadie tiene respuestas
para las más esenciales preguntas.

5

No estamos juntos este domingo
Mi cuerpo no besará tu cuerpo, mi piel no sentirá
el calor de tu piel.
Desasosiego ven y ayúdame a vencer la larga y estridente y estúpida distancia.
Permite que
mi oración te encuentre. No estoy contigo
y digo miles de tonterías contra el mundo. No te puedo besar
y tu olor y tus orejas son las caracolas del espanto.
No te puedo
encontrar. Y muero y caigo entre calles intoxicadas.
Y la gente me importa poco.
Porque sé que no me buscas
Porque sé que no te encuentro.
Porque no hay teléfonos donde pueda hallar tu voz.
Perdí todas las direcciones
Y ahora soy un ave irresponsable que canta tu nombre.
No encontraré jamás tu rostro. Páginas de una historia fatal
Que terminó siendo mi existencia. Estas largas canciones
son el otoño perdido
no poemas inteligentes escritos por Ane Carson para ahuyentar un amor.
Domingo de comida en casa y de conversaciones largas que
mantienen encendida la sobremesa.
Lima, yo ando en estos terrales, escribiendo
nuestros rostros.
Gozo de no estar contigo.
Pero Yo quiero ocultar mi rostro en tu rostro.
Yo quiero silabear la canción de tu voz.
Yo quiero, como los domingos, quiero ser lluvia fina,
leve, anodina.
Cantar de noche, mientras ando, sin rostro
sin cuerpos ni direcciones, cantar en los alerces que se doblegan
en las entrañas
de mi voz.
Cantar sin seguir a dioses, sin seguir políticas humanas
sin seguir el equinoccio de tu cuerpo
en mi cuerpo, sin seguir
la tradición, la irresponsabilidad, el deseo.
Domingo y tu cuerpo sin ti, y tu cuerpo sin domingos,
poética de nuestros cuerpos buscándose
en el caos y la vigilia. Más allá, a kilómetros
del deseo y la ceguera,
te sueño. ¿Me ves acaso?
Ahora soy este ágil cuaderno de quejas y nubes.
Déjame cerrar los ojos entre tus brazos
mientras las hojas tristísimas se estrechan en tus labios.

Ballads

1

I take note of the last sunset of summer
Sad lilac sky unhappily tragic
And I ask about the loneliness of the stars, there
Upstairs, does anyone watch for me? Do
this allows me to escape reality
and insert my heart away from the daily tray:
Mediocrity, virtuality, violence, ecstasy.
Why are we still alive in the intoxicated air?
Why is no one stopping Global Warming?
Therefore, I take note of the last sunset of summer:
A row of pink in the sad sky blue gray
Overflowing my City. Me looking at this in the
poem that I do not write.
Think about you.

2

We inhabit beauty
and we can never explain it.
Madness, momentum, debts to pay.
A mound of empty tongues
In the real
Like the sky where you kite them
August shine their
sadness.
All heaven we’ve searched for
understand our verse.
We live in it. I repeat it.
Our biographies are huge
empty for history
But we have written a poem
and another while the verses
scattered throughout the Orb
I kept looking for my song
and the pink of the sunset
inhabited us.
There is no burnished race in your body
and mine crawling
between soft compartments.
Country girl
of the ceviche and vallejo
give me the clarity to
set my verse on fire.
No one can escape
no.
Beauty eats you
brain.
The beauty you
leads to violence.
Beauty will end
with you
but you stop
a beholder
heaven.
The whole orb is a child
Little.
we inhabit your dream
as tied to nature
of a game.
When I kiss your bare shoulders
and I see your hair
drumming on your shoulder
I know that happiness
is biting your ear.
And lie lonely, hidden
of the Anomalies of God.
And I couldn’t calm down when
your body
as a flower opens to my touch
For –without any resentment–
let us find ourselves under
the glasses where the moon is refracted
Or your heart
splashing
in sweat when i’m touch looking
your body like my poetics:
poetic like your lips sliding against me.

4

I drink my last beer and think of you.
Oh love, clarity, body, fire
May I give you a dandelion?
I will blow my light before your eyes.
I’ll blow this fluff to see if I spread
This shaky language.
We have left the downtown streets behind
To find refuge in our bodies.
Because we look for a body to love
we left behind parks and frost
and the wind stirring the leaves of the park.
I know your heart beats in your chest.
I look at you. But the cold remains on our skin
Unbreakable like steel.
And everything is a desire for a bed, a quilt
of two warm and sweet bodies.
In the parks the bums sleep
Do they sleep in the corners
And drunkenness is part of the geographical sign.
Uninterrupted longing: your body and mine
two sorrows packed together like a falling river.
Everything is an image that falls on our fullness.
Autumn, summer, winter: I will lose your pupils
And I will find them in another face
Where will I blow this dandelion again
But today I have a beer and I think of you.
Shaking in front of the Sea
We are made of water and eucalyptus.
I know that your body that I love will be another body
what I love. I know that your lips that I desire
will be other lips that I desire.
Does everything lead us to loneliness?
And I wonder: what is love?
Tonight, however, I feel cold
And I know that cats fight in the streets
And I drink my last beer thinking of you.
I know this does nothing but set fire
my mediocre sadness
But I keep anxiously free
to pronounce your name
to say it before dawn
where fires and winds mix
in illustrated niches.
Oh Sea, strange body, I long
your lips, your sweetness between my hands.
Give me your heart, small and bright
Give me the leaves of your eyes and your hair spread
I will do the poems of the summer
Just look at me
That I am looking for you in the middle of the fire.
I am Aeolus: God of wind and light.
And you, the notes of my song,
Oh tremulous landscape.
Give me your lips and let the leaves rustle in the twilight.
Before i’m sad
I want to blow this dandelion in your eyes
And kiss you on the cheek
And that is a poetic act
And may my poetic act be your mouth and my mouth.
Before i’m sad
I ask again: What is love? And
that nobody has answers
for the most essential questions.

5

We are not together this sunday
My body will not kiss your body, my skin will not feel
the warmth of your skin.
Restlessness come and help me overcome the long and strident and stupid distance.
Let
my prayer will find you. I am not with you
and I say a thousand nonsense against the world. I can’t kiss you
and your smell and your ears are the shells of fear.
I can not
find. And I die and fall between intoxicated streets.
And I don’t care about people.
Because I know you are not looking for me
Because I know I can’t find you.
Because there are no phones where I can find your voice.
I lost all directions
And now I am an irresponsible bird that sings your name.
I will never find your face. Pages of a fatal story
That ended up being my existence. These long songs
they are the lost autumn
not clever poems written by Ane Carson to chase away a love affair.
Sunday lunch at home and long conversations that
they keep the desktop on.
Lima, I walk in these lands, writing
our faces.
I enjoy not being with you.
But I want to hide my face in your face.
I want to syllable the song of your voice.
I want, like Sundays, I want to be fine rain,
mild, nondescript.
Sing at night, while I walk, without a face
without bodies or directions, sing in the bowing larches
in the guts
of my voice.
Sing without following gods, without following human policies
without following the equinox of your body
in my body, without following
tradition, irresponsibility, desire.
Sunday and your body without you, and your body without Sundays,
poetics of our bodies searching
in chaos and wakefulness. Beyond, miles away
of desire and blindness,
I dream about you. Do you see me?
Now I am this agile notebook of complaints and clouds.
Let me close my eyes between your arms
while the sad leaves narrow on your lips.